PASAMOS EL DÍA EN LA TEJERÍA (15/08/09)

 

Hacía tiempo que íbamos hablando de organizar un día en el campo. Por pitos o por flautas el día se iba posponiendo.

Empezaba yo mis vacaciones de verano y al llegar a Moises la primera noche en que quedamos con los amigos para tomar algo, David me comentó que podríamos ir a hacer una comida en el campo.

Dicho y hecho, Bea dijo que la podíamos hacer en el masico de la Tejería. Surgieron los primeros problemas. ¿Y que hacemos? Todo está cerrado. Pero las ganas superan obstaculos y como todos teníamos muchas ilusiones, se decidió en arramblar con lo que se tuviese en casa. Por fin salió la idea luminosa. "Haremos paella". Entonces hubo gran regocijo.

El día en cuestión amaneció muy soleado. Ibamos a tener un gran día de campo. A las 14:00 empezaron a llegar los amigos. Pronto encendimos el fuego y David, el Chef, se puso manos a la obra con la paella. Los demás, lo observábamos con una cerveza en mano y de tanto en tanto picabamos algo.

El comedor del masico poco a poco se fue impregando de un maravilloso olor que empezaba a provocar la salivación.

Por fin llegó la hora de catar la delicatessen que David nos hizo. Nos chupamos los dedos. De postre, sandía y melón de la cosecha. Y luego, copas variadas, que de eso no falta nunca en la peña.

Tras el ágape, tocó jugar un rato a futbol con el pequeño, aunque yo creo que si hubiesemos estado solo los mayores, también le hubieramos dado unos toques al balón.

La tarde fue pasando, entre conversación y conversación. Poco a poco, el ocaso dejó paso a la noche y surgió la otra gran idea: "Podríamos ir a buscar unas tapas al Claustro y cenar aquí". Pues allí que nos fuimos, y tras encargar las tapas por teléfono, nos fuimos para el pueblo a recoger un grupo electrógeno para poder tener luz.

Además durante la cena, tuvimos la suerte de que pudo venir Jósean que estuvo todo el día liado en la granja.

A lo tonto a lo tonto nos plantamos en casi la 1 de la madrugada. Cerramos el masico y de vuelta a pueblo todos con bastante cansancio pero alegre de lo bien que lo pasamos.