FIN DE SEMANA POLIGANERO (23 al 25/05/08)
Viendo las fotos, que he tardado unos cuantos meses a descargar de la cámara, me ha venido a la memoria lo bien que lo pasamos ese fin de semana.
Llegamos a la casa rural La Tartrana de Can Munter en la localidad de Vilaplana (en la comarca del Priorat) el viernes 23 tras aguantar un aguacero de narices. No se veía nada en la carretera. Tras ser recibidos por la dueña, Jacqueline, tomamos posesión de nuestra habitación, mientras esperábamos al resto de la peña.
Los primeros en llegar después de nosostros (Bea, Adrián y el que escribe), fueron la familia Pellicer. Que alegría. Hacía tiempo que no los veíamos. Los críos en seguida se pusieron a jugar. Poco a poco fueron llegando los demás. Los últimos: Fina y Jósean que ya habían avisado que llegarían tarde y por ello cenaron solos, pobrecicos.
La casa estaba muy bien, pero a día de hoy, sigo sin descubrir donde se encuentran las cámaras de Gran Hermano. Me explico, cada vez que comentábamos algo, tipo "donde se subirá la temperatura de la calefacción" o algo similar en voz baja, aparecían los dueños. Ya podéis imaginar que saludábamos a la nada por si nos grababan.
Dado que Fina y Jósean llegaban tarde dimos de comer a los críos. Durante la cena, planificamos las excursiones del sábado. Se decidió ir a Siurana.
Bea y Rosa devorando
Tras la cena, se dispuso la timba de lo que se convertiría en el vicio del Fin de Semana: EL RABINO
Dicho y hecho, el sábado no amaneción mucho mejor que el viernes. Teníamos un día fresco y lluvioso por delante, pero eso no amendrantó a la Peña. Tras el desayuno y después de lanzar algunos gritos a los críos y de aguantar sus chanzas...
...cojemos el coche y carretera y manta hasta Siurana.
Antes de llegar al pueblo, paramos en el pantano de Siurana (porque nos perdimos claro). El pantano tiene un nivel bajísimo debido a esta época de sequía que hemos tenido.
Tras una carretera que parecía la de subir a los Lagos de Covadonga, llegamos al pueblecito de Siurana. Es un pueblo muy bonito,y muy bien conservado, desde el que se tiene unas vistas extraordinarias.
Tras el paseo por el pueblo, entramos en un bar a tomar un refrigerio. Por el hecho de estar en el Priorat decidimos tomar un vino de la tierra. MALDITA LA HORA. La única forma de meterse ese vino era añadiendo gaseosa. Menos mal que de bajada entramos en una bodega y compramos unas botellas que estaban mejor, porque sino la imagen del Priorato iba a quedar maltrecha.
Mientras tomábamos el refrigerio, nuestro canguro Carlos jugaba con los niños con alegría...
Llegó la hora de comer y decidimos quedarnos en el mismo pueblo. Menudo ágape nos metimos.
Por la tarde, al llegar a la casa, se prepararon los viciosos del Rabino para otra timba, mientras los críos veían unas películas y Carletes y yo la comentábamos. Adrían e Irene, mientras hacían manitas.
Llegó el Domingo y la tristeza poco a poco nos fue invadiendo por el hecho de que se acababa ese maravillo fin de semana. Aún tuvieron tiempo Fina, Jósea, Rosa y Diego de hacerse otra excursioncita.
Que ganas tengo de que llegue otro Fin de Semana Poliganero.
1 comentario
Rosa -
Menos mal que hay alguién que se digna a escribir y a poner fotos.
Hasta pronto.